HÍGADO GRASO O ESTEATOSIS HEPÁTICA

El termino hígado graso se refiere a una enfermedad del hígado caracterizada por acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en las células hepáticas (hepatocitos).

El consumo de alcohol es una causa importante de hígado graso, y es un factor que siempre debe considerarse ante un paciente con hígado graso.

En este artículo nos vamos a referir al hígado graso no relacionado al consumo de alcohol.

La acumulación de grasa en los hepatocitos puede llevar a inflamación hepática, con la posibilidad de desarrollar enfermedad crónica con fibrosis y finalmente cirrosis.

Sin embargo, no todas las personas que tienen hígado graso van a desarrollar complicaciones o daño hepático crónico. Sólo lo hará una minoría de pacientes predispuestos genéticamente y que no cumplan con los cuidados y correcciones del metabolismo necesarias.

 

Hígado graso no alcohólico (NASH):

Conocido como NASH, por sus siglas en ingles, que significan non-alcoholic steatohepatitis, haciendo referencia a una enfermedad hepática similar a la provocada por el alcohol pero en pacientes que no presentan este hábito.

Esta enfermedad esta relacionada  y es causada por el denominado síndrome metabólico; el mismo comprende un conjunto de trastornos y enfermedades que se comportan como factores de riesgo y que son entre otros: La obesidad, el sedentarismo, el hipotiroidismo, la diabetes, los niveles elevados de colesterol y triglicéridos en sangre (dislipemias), etc.

Clínicamente, la enfermedad de hígado graso, en general es asintomática. Es por ello, que generalmente su diagnóstico es casual o debido a la sospecha de un médico, ya sea por medio de un análisis de sangre realizado de rutina, en donde se encuentran enzimas del hígado elevadas (transaminasas), o a raíz de una
ecografía abdominal.

Podríamos decir además, que esta enfermedad presenta dos etapas separadas por el aumento de las enzimas del hígado en la sangre.

Una primera etapa, de hígado graso sin enzimas elevadas que es completamente reversible si se toman las medidas de corrección del metabolismo que lo originaron.

Y una segunda etapa, con el aumento de dichas enzimas, que expresa invariablemente que las células hepáticas infiltradas con grasa, comienzan a lesionarse con el consiguiente proceso inflamatorio crónico e irreversible.

Si existen síntomas los mismos son inespecíficos: astenia, malestar en hipocondrio derecho (lugar del abdomen bajo el último arco costal derecho, donde se encuentra el hígado), anorexia, náuseas.

El diagnóstico solo puede ser confirmado mediante la biopsia hepática, sin embargo no es necesario realizarla en la mayoría de los pacientes.

 

Pronóstico y consecuencias: 

La mayoría de las personas con hígado graso no van a desarrollar consecuencias graves de la enfermedad.

Aproximadamente un 20% de los sujetos pueden tener algún grado de fibrosis hepática en la biopsia, lo que puede llevar a grados más avanzados de la enfermedad, incluyendo la cirrosis hepática y el hepatocarcinoma (cáncer de hígado).

El hígado graso es probablemente la causa más frecuente de cirrosis de causa desconocida.

 

Tratamiento: 

No tiene tratamiento específico.

Lo que debe hacerse es un correcto control de los factores de riesgo antes mencionados.

Por ello, el tratamiento fundamental consiste en cambiar el estilo de vida: bajar de peso, aumentar la actividad física, evitar el consumo de alcohol, evitar el tabaco, etc.

También es aconsejable realizar los esquemas de vacunación para las hepatitis A y B cuando fueran necesarios.

 

Dr. Emiliano Salvatierra